La diatomea: ¿qué es exactamente?

En esta página web hablamos de forma habitual de la tierra de diatomeas, nuestro principal producto, usos, cualidades, ventajas, últimas novedades… Sin embargo, ¿te has preguntado alguna vez qué es la diatomea y de dónde proviene? En este artículo os explicaremos de forma más detallada y específica qué son las algas diatomeas, qué las hace diferentes del resto y dónde puedes encontrarlas.

Qué es la alga diatomea

La diatomea es un tipo de alga microscópica unicelular que pertenece al grupo de las algas doradas, científicamente conocidas como Bacillariophyta. Estas algas son organismos fotosintéticos que se encuentran en diversos ambientes acuáticos, tanto en agua dulce como salada. Las algas diatomeas son especialmente conocidas por sus intricadas y hermosas estructuras celulares, que están compuestas de sílice, un tipo de vidrio natural.

Características de la diatomea

• Estructura celular: Las diatomeas tienen una pared celular llamada frústula que está compuesta de dióxido de silicio (sílice). Esta frústula es rígida y tiene una forma específica que varía entre las diferentes especies de diatomeas, dando lugar a una enorme diversidad de formas y patrones geométricos. Además, la frústula está compuesta por dos partes que encajan entre sí, como una caja con tapa. Estas partes se denominan valvas.
• Fotosíntesis: Al igual que otras algas y plantas, las diatomeas realizan la fotosíntesis, utilizando la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en azúcares que utilizan como fuente de energía. Contienen clorofila y otros pigmentos que les dan un color dorado o marrón, que es característico de las algas doradas.
• Reproducción: Las diatomeas se reproducen principalmente a través de la fisión binaria, un proceso de reproducción asexual en el que una célula se divide en dos células hijas. Cada célula hija recibe una de las valvas originales y fabrica la valva complementaria.
• Diversidad y hábitat: Existen decenas de miles de especies de diatomeas, y son uno de los grupos más abundantes de fitoplancton en los océanos y en cuerpos de agua dulce.
  Juegan un papel crucial en los ecosistemas acuáticos, ya que son productores primarios en la cadena alimentaria, proporcionando alimento para una amplia variedad de organismos marinos.

¿Qué importancia ecológica tienen?

Las diatomeas son fundamentales para los ecosistemas acuáticos debido a su capacidad para producir oxígeno a través de la fotosíntesis. Se estima que las diatomeas son responsables de producir entre el 20% y el 40% del oxígeno que se libera a la atmósfera, lo que significa que tienen un impacto significativo en el ciclo global del oxígeno. Tal y como comentan este estudio sobre el papel de las diatomeas en el océano y cuerpos acuáticos, las diatomeas son una «bomba biológica» imprescindible, ya que transportan el dióxido de carbono a zonas profundas, un aspecto clave en la lucha contra el cambio climático.

Tal es su importancia, que son una parte fundamental en la base de la cadena trófica de los mares. Las diatomeas forman parte del fitoplancton, que es la base de la cadena alimentaria en los océanos y cuerpos de agua dulce. Al ser consumidas por organismos más pequeños, como zooplancton, y a su vez por peces y otros animales, las diatomeas contribuyen al mantenimiento de la biodiversidad acuática.

Otros datos curiosos sobre la diatomea

Las diatomeas no solo son la base principal de la tierra de diatomeas; son fascinantes organismos microscópicos que tienen una gran importancia ecológica, científica y práctica. Algunos detalles interesantes sobre ellas son:

Más de 1000.000 especies

Se estiman unas 100.000 especies diferentes de diatomeas, aunque se estima que puede haber muchas más por descubrir. A pesar de ello, las podemos clasificar en dos grandes grupos:

• Diatomeas Centrales. Sus formas son generalmente circulares o elípticas.
• Diatomeas Pennales. Sus formas son alargadas, similares a una pluma, con simetría a lo largo de una línea media.

La acumulación de las frústulas y las minas de diatomeas

Este es el inicio de las tierras de diatomeas, y es que, su alta composición en sílice, hace que las diatomeas sean muy resistentes. Cuando estas mueren, las frústulas (las paredes celulares que habíamos mencionado) se depositan en el fondo de los cuerpos de agua, acumulándose a lo largo de millones de años y formando depósitos sedimentarios.

El estudio de estas capas de diatomeas fosilizadas, ayuda a los científicos a estudiar los cambios climáticos, ambientales y oceánicos a lo largo de la historia de la Tierra. Es la ventaja de la existencia de un tipo de alga que no se desintegra al completo y que es muy abundante.

Además, la existencia de estas frústulas puede determinar la calidad del agua, los niveles específicos de contaminación o cambios recientes en el ecosistema acuático.

Influyen en el clima global

Las diatomeas juegan un papel crucial en el ciclo global del carbono. Durante la fotosíntesis, absorben dióxido de carbono (CO₂) y lo convierten en materia orgánica. Cuando las diatomeas mueren, una parte significativa del carbono que han absorbido se hunde hacia el fondo del océano junto con sus frústulas, quedando atrapado en los sedimentos marinos. Este proceso contribuye a la bomba biológica de carbono, ayudando a regular los niveles de CO₂ atmosférico y, por lo tanto, influyendo en el clima global.

Capacidad de adaptación

Estas algas pueden adaptarse a diferentes condiciones ambientales. Podrás encontrarlas tanto en charcas de agua dulce, como en aguas hipersalinas. Esta adaptación hace que, en ocasiones, las diatomeas formen «blooms» o floraciones en ciertos períodos de tiempo. Sin embargo, esto no siempre puede ser positivo (puede disminuir el oxígeno en agua, producir toxinas o bloquear la luz solar).

Futuro de los  biocombustibles

Hay diversos estudios en curso que sitúan a las algas diatomeas como posible materia prima para biocombustible, dado que son eficientes en la fotosíntesis y pueden producir grandes cantidades de lípidos (grasas).

Hasta aquí nuestro artículo acerca de este tipo de alga, un cuerpo unicelular apenas imperceptible, pero que tiene poder suficiente como para modificar e influir en las condiciones climáticas actuales, acaparando la atención de diversos estudios científicos.